«El Festival de la Imagen de Calella arriesga y expone la primera muestra de fotografía erótica que se puede ver en la ciudad, unas imágenes inéditas del fotógrafo Jesús Coll que ninguna galería se había atrevido a mostrar con anterioridad»

Jesús Coll inauguró la exposición, destacando la dificultad de los fotógrafos artistas en ganarse la vida.

Por primera vez, Calella acoge una exposición de fotografía erótica. La muestra se titula «Xpressions» y la firma el fotógrafo de Mataró Jesús Coll, quien confiesa que es la primera vez que las expone. «En una ocasión se mostraron cuatro fotos en un festival erótico, pero esto no lo considero una exposición». El motivo no es que sean imágenes recientes, de hecho las inmortalizó hace 20 años. Sino que, por su contenido, no tienen cabida en la inmensa mayoría de exposiciones. «Yo las he ofertado y la respuesta ha sido que pese a la alta calidad del trabajo, no tienen cabida en su espacio expositivo», explica el fotógrafo, que no considera que la sociedad sea demasiado conservadora sino los «representantes» de esa sociedad. En cambio, Festimatge ha apostado por mostrarlo al mundo.

Llama la atención solo entrar en la sala de columnas de la Fábrica Llobet, ya que no está expuesta de forma diáfana como las demás, sinó que está en un espacio cerrado, creando un circuito i separándola de las demás al objeto de que no entren los menores de edad. Una cortina con luz rosada da paso a una experiencia inmersiva. Las fotografías muestran escenas de sexo explícito tanto hetereosexuales como homosexuales y transexuales, sin censura alguna. Imágenes rabiosamente enfocadas en blanco y negro, con una gran preparación, aunque a primera vista puedan parecer espontáneas. «Me gusta la fotografía directa, realista, que haga pensar al espectador si se trata de una fotografía o no», especifica Coll.

La especialidad del fotógrafo no es la imagen erótica, sino la de paisaje y naturaleza. De hecho, confiesa que «no me gusta mucho  trabajar con personas, me pongo muy nervioso», pero 20 años atrás se animó a viajar a Alemania para realizar su primera sesión de fotografía erótica que finalmente plasmo en el libro «Xpressions«, en el que expone que no le gusta la hipocresía de algunos. En su mayoría hombres disfrutando del porno por cable en la TV y que en cambio no admitirían que sus hijos/as se dedicaran a este trabajo. ¿ En qué quedamos ? ¿ Está bien o no está bien ? El libro, como la exposición, no deja indiferente.

Jesús Coll invita a reflexionar sobre el sexo más allá de lo explícito de las escenas fotografiadas, en una muestra en que Festimatge ha arriesgado, exponiéndose a las críticas de los más conservadores y pone la primera piedra para que un acto natural, pero también censurado, tenga cabida en las exposiciones convencionales.

«El Festival de la Imagen de Calella arriesga y expone la primera muestra de fotografía erótica que se puede ver en la ciudad, unas imágenes inéditas del fotógrafo Jesús Coll que ninguna galería se había atrevido a mostrar con anterioridad»

Jesús Coll inauguró la exposición, destacando la dificultad de los fotógrafos artistas en ganarse la vida.

Por primera vez, Calella acoge una exposición de fotografía erótica. La muestra se titula «Xpressions» y la firma el fotógrafo de Mataró Jesús Coll, quien confiesa que es la primera vez que las expone. «En una ocasión se mostraron cuatro fotos en un festival erótico, pero esto no lo considero una exposición». El motivo no es que sean imágenes recientes, de hecho las inmortalizó hace 20 años. Sinó que, por su contenido, no tienen cabida en la inmensa mayoría de exposiciones. «Yo las he ofertado y la respuesta ha sido que pese a la alta calidad del trabajo, no tienen cabida en su espacio expositivo», explica el fotógrafo, que no considera que la sociedad sea demasiado conservadora sinó los «representantes» de esa sociedad. En cambio, Festimatge ha apostado por mostrarlo al mundo.

Llama la atención solo entrar en la sala de columnas de la Fábrica Llobet, ya que no está expuesta de forma diáfana como las demás, sinó que está en un espacio cerrado, creando un circuito y separándola de las demás al objeto de que no entren los menores de edad. Una cortina con luz rosada da paso a una experiencia inmersiva. Las fotografías muestran escenas de sexo explícito tanto hetereosexuales como homosexuales y transexuales, sin censura alguna. Imágenes rabiosamente enfocadas en blanco y negro, con una gran preparación, aunque a primera vista puedan parecer espontáneas. «Me gusta la fotografía directa, realista, que haga pensar al espectador si se trata de una fotografía o no», especifica Coll.

La especialidad del fotógrafo no es la imagen erótica, sino la de paisaje y naturaleza. De hecho, confiesa que «no me gusta mucho  trabajar con personas, me pongo muy nervioso», pero 20 años atrás se animó a viajar a Alemania para realizar su primera sesión de fotografía erótica que finalmente plasmo en el libro «Xpressions«, en el que expone que no le gusta la hipocresía de algunos. En su mayoría hombres disfrutando del porno por cable en la TV y que en cambio no admitirían que sus hijos/as se dedicaran a este trabajo. ¿ En qué quedamos ? ¿ Está bien o no está bien ? El libro, como la exposición, no deja indiferente.

Jesús Coll invita a reflexionar sobre el sexo más allá de la explicidad de las escenas fotografiadas, en una muestra en que Festimatge ha arriesgado, exponiéndose a las críticas de los más conservadores y pone la primera piedra para que un acto natural, pero también censurado, tenga cabida en las exposiciones convencionales.